Las tradiciones tienen ese ingrediente misterioso que impide recordar la fecha exacta en que las empezaste a seguir, esa ocasión que hace que ese hecho singular se vaya a convertir en tradición y se vaya a repetir cada equis tiempo.
Ése es el caso de la noche de San Juan. Existe un recuerdo en el fondo de la memoria de fogatas encendidas en la esquina de casa, ruidos atronadores y luces decorando el negro cielo nocturno. Pasear de la mano de nuestros padres y, sobre todo, trasnochar para ver las hogueras y disfrutar del ambiente festivo son sensaciones que no se nos olvidan y que cada año salen a relucir por estas fechas. Sí, algo así como la Navidad.
Hacía muchos años que no vivíamos en Barcelona y no teníamos muy claro qué queríamos hacer, así que decidimos rememorar nuestra vida de viajeros y celebrar esta festividad como lo hubiéramos hecho de tratarse de una fiesta tradicional en una ciudad lejana. Para la “revetlla de Sant Joan” (la verbena) hay celebraciones en cada barrio, música, hogueras (a día de hoy controladas, se terminó el que cada uno queme lo que quiera donde quiera), etc. En definitiva, que hay un sinfín de alternativas.
Dudábamos entre varios planes que parecían atractivos, pero al final nos decantamos por lo tradicional: la playa. Nos subimos al metro y, al hacer cambio a la línea amarilla (la que va al mar), nos encontramos con el andén lleno. No somos muy amigos de las grandes multitudes, pero conseguimos ir relativamente cómodos… de pie, pero sin gente apoyada en nosotros ni brazos aplastándonos la cara.
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Fuegos en la Plaça de Sant Miquel del Port |
Llegamos a nuestra parada final: la Barceloneta. No sabíamos hacia dónde ir, así que empezamos a seguir a la marea humana. Solo sabíamos que queríamos llegar a la playa. De repente, nos encontramos con una plaza y una iglesia (la Parroquia de Sant Miquel del Port). Oíamos tambores, panderetas,… así que nos acercamos a ver. Había bastante gente pero conseguimos situarnos en primera fila. Genial.
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Ball de Diables en la plaza |
2 comentarios:
Que pena no haber podido ir al encuentro de Barcelona TB!
Nosotros también somos de los que hacemos turistadas en nuestro propio hogar... no podemos evitarlo, también es muy chula la ruta del barrio gótico, la próxima visita a Barcelona intentaremos hacerla
Un saludo desde Tarragona, Delta del ebro.
www.nomecabeenlamaleta.com
Pilar On Board.
Muchas gracias por tu comentario, Pilar.
Después de una vuelta al mundo, ¡qué menos que visitar nuestra propia ciudad!
Creemos que no hace falta irse muy lejos para disfrutar de la magia de viajar, y más cuando hay tantísimo que ver a la vuelta de la esquina.
Un abrazo.
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